El método ha tomado forma a lo largo de mi recorrido por diversas formaciones y en respuesta a las dinámicas que se manifiestan en las sesiones. Se fundamenta en un enfoque sistémico-transgeneracional, comprendiendo el impacto de los lazos familiares en nuestras experiencias de vida, e integra la mirada tanatológica espiritual para brindar asistencia al doliente en su proceso de duelo, facilitando la transformación a partir del reencuentro con su historia ancestral.

Trabajamos con temas vinculados al sistema familiar, abordando problemáticas, duelos y asuntos pendientes que el consultante trae al espacio de conexión. Este método se desarrolla en comunión con todos los involucrados, desde el amor y el respeto, brindando asistencia tanto al consultante como a su sistema familiar, y permitiendo la liberación de memorias que trascienden generaciones.

La conexión siempre se establece desde el corazón, con el propósito de propiciar el reencuentro entre las familias y restablecer el equilibrio en el intercambio energético entre planos.

En 2022, nuestra escuela comenzó con talleres individuales. Con el tiempo, la demanda —tanto de mi equipo sutil como de las personas interesadas en la formación— impulsó la creación de grupos más numerosos. De manera inesperada, nació la Escuela de Médiums, que hoy reúne anualmente a más de 400 almas entre alumnos, voluntarios y consultantes.

Este método se ha convertido en un puente evolutivo para el asistencia en el duelo, la integración del legado ancestral y la expansión de la conciencia, ofreciendo una visión integral capaz de transformar vidas.

En nuestra escuela, perseguimos la innovación constante, adaptándonos a las necesidades de aprendizaje de nuestros alumnos. Nos abrimos al mundo, construyendo conexiones significativas y comprometiéndonos a estar al servicio del doliente y su sistema. Así, consolidamos una propuesta educativa dinámica y orientada al progreso continuo.

No solo buscamos formar médiums instruidos, sino también cultivar una mentalidad y espiritualidad flexible y abierta. Sin embargo, sabemos que la disciplina es clave en la mediumnidad, pues establecer límites claros y respetuosos es fundamental para garantizar la seguridad y el bienestar tanto del médium como del doliente. A través de la disciplina, se mantiene el orden en las conexiones espirituales, asegurando que la práctica sea ética y en armonía con las necesidades del entorno.

Creemos que al adaptarnos a un mundo en constante cambio y al comprometernos con la empatía, el servicio y la disciplina, estamos preparando a los futuros médiums para abordar las sesiones con resiliencia, comprensión profunda y una práctica segura.